Hace unas semanas estuve en Italia y buscando por internet que significaba pomodoro (tomate), me encontré de casualidad con la técnica pomodoro, que me pareció suficientemente curiosa y que sin saber ya utilizaba. Mirando en la wikipedia, la técnica pomodoro es una técnica en la que nos organizamos el trabajo en pequeñas tareas y nos tomamos descansos entre tareas. Por ejemplo, pongamos una tarea que nos intentamos dividir en tareas menores y nos ponemos unos tiempos para realizar cada tarea de 25 minutos. Con un temporizador, contamos el tiempo y cada 25 minutos, nos tomamos un descanso de 5 o 10 minutos y tras realizar 4 descansos podemos tomarnos un descanso mas largo de 15 o 20 minutos. La verdad es que es una buena técnica para los que vamos trabajar durante muchas horas seguidas y no queremos morir en el intento.
La variante que yo utilizo es lo que voy a llamar la técnica indalo y es parecida a la técnica pomodoro. En la técnica indalo se intenta defragmentar las tareas en tareas muy pequeñas y relativamente rápidas, cada 4 o 5 tareas, que nos llevaran una media hora, tomamos un descanso de 10 minutos, al ser posible levantarnos del sitio y si queremos mirar algo por internet que sea en otro ordenador. Cuando hacemos 3 o 4 ciclos, según lo cansados que estemos, tomamos una larga pausa de 20 o 30 minutos. Las idea es ser lo mas productivo posible por lo que si una tarea se nos complica y no es bloqueante para hacer otras tareas, pasaremos de largo y continuaremos con la siguiente tarea, de esta forma optimizamos el tiempo en hacer la mayor cantidad de tareas posibles en el menor tiempo.
La técnica indalo (así la he bautizado en honor al blog) la utilizo cuando voy a trabajar durante mucha cantidad de horas seguidas, por ejemplo un sábado que trabaje en casa 15 o 18 horas seguidas, por ello los prolongados descansos. El pasar de una tarea si se complica mucho, es por perspectiva y motivación; si no damos con una solución, al ser tareas muy atomizadas, quizás en un rato tengamos un punto de vista diferente y podamos resolver rápidamente la tarea y si no hay solución fácil, siempre tendremos tiempo para darle vueltas. Atomizar las tareas es muy importante ya que nos dará mucha motivación, si tenemos una larga tarea que nunca termina, nuestra moral estará por los suelos, pero si tenemos esa gran tarea dividida en 10 tareas mucho mas pequeñas, según vamos avanzando y completando tareas, al hacer un análisis nos levantara la moral y nos dará fuerzas para seguir a pesar de llevar muchas horas seguidas.
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